También llamado escandinavo por tener en esta península su origen es un estilo que persigue la creación de espacio funcionales y acogedores con líneas sencillas y rectas.

En la búsqueda de la sencillez formal y a fin de potenciar también la luminosidad de los espacios el blanco va a ser el color base, pero no tendrá que ser necesariamente un blanco nuclear pudiendo irse a tonos como el blanco roto, perla, hueso, con el objetivo de dar más calidez al espacio. En cualquier caso será como se indica la base de la paleta cromática y se encontrará en paredes, suelos, techos y hasta en el mobiliario.

Las notas de color pueden aportarse con pintura o papeles pintados aplicados a una única pared o bien a través de la introducción de elementos ornametales, cojines, alfombras,... que lo aporten, pero siempre de manera puntual para no perturbar el todo que se busca. Los colores que se emplearán para dar esta notas tenderán a ser fuertes, vibrantes y brillantes como el rojo, el azul marino, también pueden emplearse el marrón o el negro.

También es habitual que el color lo aporten fotografías de corte artístico, láminas o cuadros presentes en las paredes de forma muy comedida, rompiendo la monocromía y captando la atención pero sin saturar el espacio lo que haría, sin duda, que se perdiera el encanto de la sencillez.

En este estilo los elementos naturales serán necesariamente importantes, principalmente la madera que se presentará habitualmente en tonos claros pero que también puede aparecer en otros más oscuros dependiendo del uso del espacio y las sensaciones que queramos potenciar.

La naturaleza también puede hacerse presente a través de flores y vegetación tanto en el interior como en los espacios exteriores.

La máxima de la funcionalidad se apreciará también en la elección del mobiliario que será sencillo y el preciso, huyendo de espacios recargados. Sus líneas rectas o con suaves curvas evitarán un protagonismo excesivo.

El ambiente se entenderá como sencillo, tranquilo y cálido, será elegante desde la naturalidad y nunca excesivamente sofisticado.