Guarda puntos en común con el minimalismo al tratar de buscar espacios visualmente limpios apoyándose en la limitación de ornamentos y en colores y formas pura y sencillas, sin embargo no se alcanzará la austeridad casi ascética del minimalismo en esta búsqueda.

Los espacios serán amplios, tranquilos y muy funcionales, el uso de la tecnología es cada vez más protagonista en este estilo y persigue potenciar esa misma funcionalidad sin perder por ello la simplicidad que también será transcendente por lo que los aparatos tecnológicos que si tendrán presencia en estos diseños conservarán a su vez líneas rectas y sencillas y estén integrados en el diseño.

El uso de la domótica para crear casas y edificios inteligentes es especialmente coherente en el caso de estos diseños y nos permitirá tener un control cada vez mayor, entre otras cosas, de la iluminación que una vez más será importante y se potenciará con los colores claros que habitualmente se emplearán.

El color predominante será el blanco, pero se empleará también en combinación con tones marrones, grises o negro. En el caso de las telas y tapizados se podrán emplear otros colores pero lisos, sin estampados ni diseños que se aparten de la sobriedad del conjunto.

Estamos por tanto ante un estilo de líneas sencillas que dará protagonismo a los medios de última generación que pasan a tener un peso en el propio diseño.