ESTILO MINIMALISTA


Su máxima es clara “less is more” (menos es más) y de ella proviene todo lo demás. El objetivo es construir espacios esenciales, con el mínimo de elementos, sintetizar al máximo para liberarnos de todo lo que resulta accesorio alcanzando así, liberado de ornamentos, la pureza del espacio.

Primará siempre el todo sobre las partes, las líneas simples y la monocromía del blanco será la protagonista en esa búsqueda de la pureza total. Sin embargo sobre el fondo blanco, o si acaso crudo, podrán incluirse elementos puntuales que aporten color, preferiblemente colores puros.

En los materiales se verá principalmente el empleo del hormigón, vidrios, maderas claras y piedra natural sin manipular, buscándose siempre la simplicidad en los acabados con el objeto de evitar el protagonismo sobre lo accesorio.

Las telas serán igualmente sencillas, lisas, sin estampados con colores sólidos, el mismo criterio se empleará en alfombras y demás elementos.

 

 


La luz será casi un material de construcción también, por lo que la presencia de grandes ventanales será muy oportuna, cuando sea posible se dispondrán ventanas con carpintería oculta y sin cortinas provocando la ilusión de desmaterialización del muro como punto álgido de la reducción de elementos para la construcción del espacio que se persigue.

Las paredes serán de yeso revestido con pintura blanca o de elementos naturales como la madera o la piedra.

Los espacios son fluidos, continuos, sin más compartimentaciones ni puertas que las obligadas y, a ser posible, ocultas.

Los muebles empleados serán adaptadas a la misma filosofía y, en consecuencia, sencillos, limpios, básicos, sin buscar protagonismo sobre el todo.

El estilo minimalista es probablemente el estilo puro de mayor difusión por conseguirse en él en grado sumo la tranquilidad y serenidad que otros estilos también persiguen. Sin embargo llevado al extremo puede ser rigurosamente austero por lo que también con mucha frecuencia se utiliza como base de una propuesta que incorpora elementos de disonancia para romper esta monotonía y dotar de más personalidad al espacio.